Apología de la soledad
En término de puestos familiares, me corresponde ser la nieta mayor, la cabeza de los primos, la más vieja de la tercera generación pues. Este mes se casó una de las primas más chicas y uno de los primos está por ser padre ¿ a qué viene esto? a que no faltan los comentarios sobre la prima solterona, sí el término prevalece en pleno siglo XXI.
Cuando le comenté a Mica que quería postear algo sobre la soledad me dijo "cuida de no parecer patética, últimamente todas las mujeres sin novio durante más de un año quieren reivindicarse...y no les sale muy bien" Tonta, como ella todo lo ve con lentes rosas de dos años para acá...
Y bueno, ya que esto es una apología a la soledad quiero comenzar con expresar que estoy en desacuerdo con Octavio Paz al decir que soledad y vacío son sinónimos ¿qué quien carambas soy yo para contradecir al señor? pues yo, el Nobel no le hace omnipotente. En realidad el origen de la palabra muchas veces pierde significado conforme pasan los tiempos y las generaciones cambian. En general, el término se aplica a aquel estado en que el individuo se encuentra sin la compañía de otra persona por un periodo determinado de tiempo. Sin embargo, esta definición tan literal no es tan ortodoxa; con un grado más de subjetividad -y al cual me quiero referir- la soledad es una forma de cerco íntimo donde una persona se conduce sin profundizar en ciertas relaciones personales.
Ahora, esperando al dentista leí en alguna revista de esas que parecen muy cultas, que la soledad impuesta es un infierno, mientras que la elegida es una oportunidad de crecimiento y creatividad, al que yo le agregaría autoconocimiento. A esto es a lo que quería llegar, no sin antes tocar otro tema de importancia, la codependencia. Entonces, la gente está con alguien -romanticamente hablando- porque quiere, porque se le impuso o porque no sabe estar sola.
Hace poco hice con otras personas una investigación sobre la percepción del cine y su impacto psicológico, en lo personal me llamó mucho la atención que muchos participantes no concebían la idea de ir solos al cine, era simplemente una locura. No puedo negar que eso me trajo pensando algunos días, ya que asistir al cine es una práctica frecuente en mi; no era difícil entender su opinión, no se sabe estar solo, está tan asumido el que el ser humano es social que se lleva la idea al extremo. En una plática entre un neurólogo, los internos y las dos psicólogas, se trató el tema, la conclusión es que si bien es cierto, el hombre puede aprender a estar solo, siempre impera en él la necesidad de alguien más, no por cuestión cultural, sino por instinto.
Así que resumiendo, ante los constantes cuestionamientos de mis tías sobre el por qué no tengo pareja o por qué no me caso, les contesto que sigo en periodo de descubrimiento, de autoconocimiento y que algún día -más pronto que tarde- reconoceré que los instintos no se limitan a las noches de barra y que es ¿necesario? constituirme con alguien para compartir soledades, aunque bueno, ese ya es otro tema.
¿Cómo me salió Mica?
Saludos a todos
Comentarios
Besos
Claro que uno de los capítulos más interesantes de la vida es compartir la soledad.
Me gusta leerte, te insistiré en que continues ejercitandote... Un abrazo. E.