Cumpleaños felíz

Acabo de cumplir años, 25 para ser exacta. Nunca imaginé lo que sería cumplir esta edad, desde que tengo 15 años he querido tener 30, aunque sinceramente no sé por qué.

Hace unas horas terminé un artículo que trata sobre el neurodesarrollo; con la intención de actualizarme en mi área de estudio me encontré con que el lóbulo frontal de la corteza cerebral -en el que radica lo que somos, nuestra personalidad- termina de madurar alrededor de los 25 años, recuerdo vagamente palabras como decisión, planes, futuro, emociones y camino, las mismas palabras que rondan mi mente desde hace varios años, las que no me dejan dormir y alteran mi estado de ánimo. Al ser histérica y obsesiva consumada la presión por apurar mis planes comienza a lanzar vapor por fuera de la olla.

Han pasado muchas cosas, no me arrepiento, pero creo que si pudiera volver a hacerlo viviría la juventud que aplacé, a la que le resté importancia por orgullo, por autosufuciencia, por estupidez.

En aquellos días de total independencia con domicilio propio los planes fluían como lo hace ahora mi intolerancia. Pero bueno, finalmente la responsabilidad es solo mía y lo único me me resta es festejar estas 25 velas, espero saber honrarlas.

Parte del festejo, el mar de Ensenada.