Crónicas nazis de una profesora universitaria II

¿Había dicho que doy clases en universidad? Si, el historial no miente.

A mi me gusta la calle, la gente, sus colores, sus formas, su voz... me gusta mucho su voz. Soy la loca que le saca hilo de plática al taxista sin preocuparme mucho por psicopatías... hablando de la loca; tengo unos 20 muchachos a los que pretendo inculcarles el trabajo comunitario. Es un poco difícil, la gran mayoría de ellos son hijos de gente medio adinerada que jamás ha tenido contacto con la necesidad, sea ésta de cualquier tipo. Quizá estoy juzgando, quizá no, supongo que puedo ser perdonada por mi estado de locura.

"La loca de comunidad"
Dícese de la psicóloga que me da clase, se viste medio hippie y llega con su termo con té de algún raro sabor a hablarnos y hacernos hablar de la gente... iiiuk, gente... (alumna nice, 2013)

La verdad es que me gusta que me llamen loca, ojalá fuera más a menudo, ese adjetivo me recuerda que la única vez que pretendí cordura, mis comisuras se marchitaron.

Así es que estos escuincles tendrán que vivir en carne propia las delicias del trabajo comunitario. Ya iba siendo hora.

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