Una llorona pa´ estos tiempos.

Y no, no hablo de los tiempos políticos, esos los descorazono en las redes "sociales".
Me refiero a estos tiempos de brisas emocionales (ay, que cursi) donde recuerdo que tengo hipófisis y sexo.

"Dos besos llevo en el alma, llorona que no se apartan de mi
el ultimo de mi madre, llorona y el primero que te di"

Es divertido vivir en estado de implosión constante, donde todo lo que está dentro se queda dentro ¿cómo? como sea, pero dentro. Pero a últimas fechas... tápame con tu rebozo llorona, porque me muero de frío.

Ayer intenté, después de una conversación erótica y pornográficamente incitante, enviar una foto igualmente incitadora por el celular. Me dormí a las 4 de la mañana intentándolo, qué estupidez; desperté y seguí configurando el maldito aparato intentando que la maldita foto llegara a su maldito destino, hasta que mandé todo al diablo, teléfono incluido. Y es que esta brisa romanticona es como una hipófisis en plena producción hormonal; y no debo estar muy equilibrada, porque estas descargas electro-hormonales no me lanzan a buscar un amante de barra, sino a doblar mil veces una hoja con el fin de hacer un pajarraco que le lleve en las alas, mi amor pintado de rojo. Ni yo me aguanto pero me gusta ¿eso es posible?

Pero bueno, llorona, ayer pecaba por querer amar, hoy peco porque siento que amo.. mañana veré por qué pecar.

Qué me importa que me digan, llorona,
que tú ya no eres doncella.

Comentarios

Entradas populares