Soltera en los tiempos del internet.
Tengo 27 y no he tenido novios. Ya, lo dije.
La única relación que duró y que fue "normal" se terminó cuando yo tenía 8 años y él partió de la ciudad, así de dramático.
Cuando tenía 17 imaginaba un amor revolucionario, de esos que llegan y te transforman el alma. Llegó desde la lejana Alemania en una "ciber relación" -con el término recién formado- con un prometedor ingeniero mexicano que estudiaba su maestría allá; un año de ciberelación después, con mis 19 recién cumplidos, lo pude besar, abrazar, acariciar...ambos regresamos al DF a encontrarnos y reencontrarnos, duró un mes y cuando ambos regresamos a las ciudades de residencia, terminó. No hubo visitas, ni peleas, ni tardes de ocio, pero me dejó los mejores recuerdos de mis 19´s. Gracias Carlos.
Cuando tenía 20 me ilusioné y me dije "listo, ha llegado el tiempo de amar", nada pasó. Y así con los 21, 22... ¿qué pasó? no tengo idea. Pero esto no se trata de mi mala pata en el amor, sino de ser soltera en los tiempos del internet.
Aunque manteniendo la ilusión del amor, mucho tiempo sostuve que en mi vida no habría un matrimonio convencional, empezando por la ausencia de hijos, mi vida no estaba hecha para hijos ¡cómo iba a ser! mi generación es la de los líderes frustrados del futuro! Mil ojos estaban sobre mi, cuidando no decepcionarlos... qué joda. El punto es que no me importaba encontrar a "alguien", vivía una disociación entre amor romántico y pareja, hasta que... hasta que me enamoré.
La soltería (hasta de novios) ha sido maravillosa para mi; trabajo, profesión, tiempo para mi y para quien quiera dárselo, no tiempos, no presiones, libertades, no pasa nada si solo hay pan y jamón en el refri... todo estuvo muy bien, hasta ahora que a fuerza de ilusionarme con facilidad toda mi adolescencia y primera juventud, ya no lo puedo hacer más y entonces sí, ahora sí, reclamo mi lugar en el mundo de los no solteros, como quiera que se llamen.
Oh, si, me enamoré... cómo resumirlo... como diría Bunbury "no fue bueno, pero fue lo mejor" un hombre pasando por La Crisis que me hizo sentir como yo quería que me hicieran sentir, pero que no iba a ir más allá. Afortunadamente los gritos de mi difunta madre sobrepasaron la barrera de lo creíble y entré en razón, sin daños y con una certeza: puedo amar. Así que puse a prueba mi reencontrada habilidad con un guatemalteco con el que pude haberme ido al fin del mundo y que lo único bueno que me dejó es una entrañable y hermosa mujer, mi hermana Gloria, una peruanorecienchilena diosa a la que me ha costado mexicanizar, te adoro Glo.
Poco después -aquí viene el internet una vez más- llegó Alejandro, un queretáno que me robó el corazón y me dio todo el amor que es posible dar a dos mil kilómetros de distancia. Mi canción preferida de esos días era "te llegará una rosa" de Alberto Cortéz. De igual forma no se concretó y aún así puedo decir que es el "novio" que más me ha querido, aunque suene patético y no tenga forma de demostrarlo.
Hace un año lo hice -empujada por una serie de eventos, incluso de fuerzas casi sobrenaturales- sí lo hice y me avergüenza tanto... me inscribí a una página de parejas. Oh, dios (sí, así con minúsculas ya que aún no encuentro otra onomatopeya que me convenza) ¿por qué soy tan exigente? de un catálogo de 20 mil personas no revisé ni 50, soy floja para el amor. Lo cierto es que estas páginas son ideales para exacerbar nuestros temores y conflictos; cada dos horas entramos a ver si el amor de nuestra vida se ha dejado descubrir por fin, debe ser, tantas gentes... ni modo que ninguna sea para mi................................................... fin de este capítulo, murió mujerdebarro27.
Nunca sé distinguir el inicio del fin, pero soy buena para las conclusiones y lo que concluyo es que soy una mujer adulta-joven que pasa los días de asueto en casa o con sus amigos, no ha tenido algún novio decente -ni indecente, para que me hago tonta- escribe un blog que nadie lee, que limita sus relaciones amorosas a imposibles o a distancia, que aprendió a quererse a si misma, a disfrutar su soltería y que ya está harta de cocinar para su familia, que quiere hacerlo para alguien que cuando termine de chuparse los dedos diga "no hay comida más afrodisíaca que la tuya, el postre lo tomamos en el piso"
(Esto de casi ser virgen por cicatrización me jode)
La única relación que duró y que fue "normal" se terminó cuando yo tenía 8 años y él partió de la ciudad, así de dramático.
Cuando tenía 17 imaginaba un amor revolucionario, de esos que llegan y te transforman el alma. Llegó desde la lejana Alemania en una "ciber relación" -con el término recién formado- con un prometedor ingeniero mexicano que estudiaba su maestría allá; un año de ciberelación después, con mis 19 recién cumplidos, lo pude besar, abrazar, acariciar...ambos regresamos al DF a encontrarnos y reencontrarnos, duró un mes y cuando ambos regresamos a las ciudades de residencia, terminó. No hubo visitas, ni peleas, ni tardes de ocio, pero me dejó los mejores recuerdos de mis 19´s. Gracias Carlos.
Cuando tenía 20 me ilusioné y me dije "listo, ha llegado el tiempo de amar", nada pasó. Y así con los 21, 22... ¿qué pasó? no tengo idea. Pero esto no se trata de mi mala pata en el amor, sino de ser soltera en los tiempos del internet.
Aunque manteniendo la ilusión del amor, mucho tiempo sostuve que en mi vida no habría un matrimonio convencional, empezando por la ausencia de hijos, mi vida no estaba hecha para hijos ¡cómo iba a ser! mi generación es la de los líderes frustrados del futuro! Mil ojos estaban sobre mi, cuidando no decepcionarlos... qué joda. El punto es que no me importaba encontrar a "alguien", vivía una disociación entre amor romántico y pareja, hasta que... hasta que me enamoré.
La soltería (hasta de novios) ha sido maravillosa para mi; trabajo, profesión, tiempo para mi y para quien quiera dárselo, no tiempos, no presiones, libertades, no pasa nada si solo hay pan y jamón en el refri... todo estuvo muy bien, hasta ahora que a fuerza de ilusionarme con facilidad toda mi adolescencia y primera juventud, ya no lo puedo hacer más y entonces sí, ahora sí, reclamo mi lugar en el mundo de los no solteros, como quiera que se llamen.
Oh, si, me enamoré... cómo resumirlo... como diría Bunbury "no fue bueno, pero fue lo mejor" un hombre pasando por La Crisis que me hizo sentir como yo quería que me hicieran sentir, pero que no iba a ir más allá. Afortunadamente los gritos de mi difunta madre sobrepasaron la barrera de lo creíble y entré en razón, sin daños y con una certeza: puedo amar. Así que puse a prueba mi reencontrada habilidad con un guatemalteco con el que pude haberme ido al fin del mundo y que lo único bueno que me dejó es una entrañable y hermosa mujer, mi hermana Gloria, una peruanorecienchilena diosa a la que me ha costado mexicanizar, te adoro Glo.
Poco después -aquí viene el internet una vez más- llegó Alejandro, un queretáno que me robó el corazón y me dio todo el amor que es posible dar a dos mil kilómetros de distancia. Mi canción preferida de esos días era "te llegará una rosa" de Alberto Cortéz. De igual forma no se concretó y aún así puedo decir que es el "novio" que más me ha querido, aunque suene patético y no tenga forma de demostrarlo.
Hace un año lo hice -empujada por una serie de eventos, incluso de fuerzas casi sobrenaturales- sí lo hice y me avergüenza tanto... me inscribí a una página de parejas. Oh, dios (sí, así con minúsculas ya que aún no encuentro otra onomatopeya que me convenza) ¿por qué soy tan exigente? de un catálogo de 20 mil personas no revisé ni 50, soy floja para el amor. Lo cierto es que estas páginas son ideales para exacerbar nuestros temores y conflictos; cada dos horas entramos a ver si el amor de nuestra vida se ha dejado descubrir por fin, debe ser, tantas gentes... ni modo que ninguna sea para mi................................................... fin de este capítulo, murió mujerdebarro27.
Nunca sé distinguir el inicio del fin, pero soy buena para las conclusiones y lo que concluyo es que soy una mujer adulta-joven que pasa los días de asueto en casa o con sus amigos, no ha tenido algún novio decente -ni indecente, para que me hago tonta- escribe un blog que nadie lee, que limita sus relaciones amorosas a imposibles o a distancia, que aprendió a quererse a si misma, a disfrutar su soltería y que ya está harta de cocinar para su familia, que quiere hacerlo para alguien que cuando termine de chuparse los dedos diga "no hay comida más afrodisíaca que la tuya, el postre lo tomamos en el piso"
(Esto de casi ser virgen por cicatrización me jode)
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